Triángulos pikler: 10 cosas que no sabías sobre ellos

  1. No es un juguete

    El Triángulo Pikler no es un juguete: es una herramienta educativa que proporciona experiencias sensoriales, desarrollo motor y oportunidades de aprendizaje. El triángulo puede utilizarse de numerosas maneras para promover el desarrollo físico, social y emocional de bebés y niños.


Es una herramienta de aprendizaje
A medida que tu bebé se mueve por el triángulo, aprenderá a controlar su propio cuerpo, a anticiparse al movimiento y a saber qué ocurre cuando se realizan determinadas acciones. Se trata de habilidades vitales que, con el tiempo, le ayudarán a convertirse en un alumno independiente que sabrá interactuar con los demás sin necesidad de tu ayuda (o la de cualquier otra persona).

  1. Se iniciaron las investigaciones de Pikler en 1930.
    Emmi Pikler, fundadora del Instituto de Investigación del Desarrollo del Bebé Pikler de Viena y pediatra, fue una de las primeras personas que investigó el desarrollo de la primera infancia en Europa. Se dio cuenta de que los bebés tienen formas únicas de interactuar con su entorno y entre sí que no siempre son comprendidas por los adultos o los profesionales. Vio que esta interacción física podía utilizarse para promover el aprendizaje y el crecimiento de los niños.

  1. Los triángulos pikler son importantes para su desarrollo sensorial y su futura coordinación de movimientos
  2. Estimula la confianza en sí mismo
    Los triángulos pikler deben usarse siempre bajo supervisión de un adulto. Sin embargo, es vital observar pero no intervenir durante el juego si el niño no lo requiere. De este modo, tu hijo podrá divertirse y aprender de forma independiente con el triángulo. Le ayudará a desarrollar la confianza en sus propias capacidades, lo que es importante para un desarrollo cognitivo saludable.

El juego libre permite a los niños utilizar su imaginación y creatividad al mismo tiempo que aprenden sobre formas, texturas, colores y su propio cuerpo. Sin embargo, ten en cuenta que la mayoría de los niños pequeños necesitan el estímulo de los adultos antes de empezar a jugar de forma independiente.

Conforme el niño vaya usando más el triángulo o cualquier tipo de mobiliario pikler irá ganando confianza en sí mismo y en sus propias capacidades motoras. Es posible que durante los primeros días de uso, requiera de tu ayuda y te pida que intervengas en el juego. Luego, conforme vaya generando más confianza en sí mismo, la intervención del adulto será menos necesaria.

  1. Le da libertad de movimiento al pequeño

    El triángulo de Pikler permite a tu bebé explorar su entorno y, al mismo tiempo, está seguro en el espacio delimitado por el triángulo. Si has oído hablar del miedo a la altura en los bebés, con este juego esas preocupaciones quedan resueltas: ¡el triángulo no se cae!. Además está concebido para ser totalmente seguro y evitar cierres o aperturas indeseadas.

  1. Los triángulos pikler son seguros
    La forma de su triángulo está y diseñada para favorecer el desarrollo motor de tu bebé de forma lúdica y segura. Además, al estar hecho de material natural como la madera maciza, favorece otros sentidos como el del tacto, y el olfato.
  2. Fomenta el aprendizaje independiente en el bebé
    El aprendizaje independiente es una de las cosas más importantes que podemos fomentar en nuestro bebé. Su cuerpo y la movilidad, así como su relación con el adulto que lo cuida son elementos clave para desarrollar sus capacidades motoras y cognitivas.
    En el caso de los triángulos de pikler, además del hecho de que el bebé tenga que aprender a controlar su cuerpo y su movilidad, también va a necesitar para establecer una relación saludable con el adulto o adultos que lo atienden.
  3. Facilita una relación saludable entre el bebé y el adulto en el contacto, interacción y estimulación visual y auditiva que provoca cuando lo utilizan juntos, además de su desarrollo motor independiente por etapas desde los 6 meses hasta los 6-7 años.
    Los beneficios de estos triángulos son los siguientes:

Proporciona un entorno óptimo para el aprendizaje a través del juego. Además de ser una herramienta pedagógica eficaz para los bebés y los niños pequeños, también les anima a desarrollar su motricidad fina poniendo en acción todos sus sentidos a la vez -la vista, el tacto, el oído y el olfato-, que son esenciales a la hora de interactuar con otras personas porque nos permiten percibir sus sentimientos a través de medios no verbales como las expresiones faciales.

  1. Son necesarios para el aprendizaje de destrezas motoras complejas en los niños mayores (como saltar y gatear)
    Son necesarios para el aprendizaje de destrezas motoras complejas en los niños mayores (como saltar y gatear)
    Los triángulos Pikler son uno de los métodos más utilizados para ayudar a los niños con problemas de desarrollo motor a desarrollarse adecuadamente: se utilizan en las primeras sesiones del programa, y también como herramienta primaria para facilitar al bebé el movimiento hacia adelante, hacia atrás, saltando o gateando.
  2. Contribuyen con la independencia del niño

Las células cerebrales son grandes conductores del cerebro (por eso, muchas personas tienen problemas de memoria o falta de atención). Por lo tanto, el movimiento es clave para un crecimiento saludable del cerebro.

  1. Está diseñado para permitir un entorno seguro en el hogar donde el bebé pueda explorar por sí mismo

Los triángulos pikler pueden irse completando con otros elementos y más mobiliario pikler, como el cubo pikler, el balancín, rampa de gateo, etc.